La suplementación tiene como objetivo principal corregir las probables deficiencias que tenga la dieta (conjunto de alimentos) que consumen los caballos. Por ello no habrá un suplemento universal, lo que significa que el suplemento adecuado dependerá de la cantidad y la calidad de los alimentos que coma el caballo.
El otro factor de la ecuación de la suplementación son las necesidades (requerimientos) nutricionales del animal, lo que en términos generales determina que las categorías más exigentes ( yeguas paridas, potrillos desde el destete a los 2 años y animales deportivos o trabajo), requieran siempre suplementación.
No es conveniente guiarse sólo por las indicaciones del prospecto de los productos comerciales; el tipo de suplemento, dosis y forma de suministro deben ser indicados por el asesor profesional.
Los suplementos son muy variados y de diferentes tipos.
Podemos clasificarlos en :
Suplementos energéticos: son los más utilizados y se emplean para aumentar la concentración de energía de las dietas pastoriles. Los más comunes son los granos de avena, maíz, cebada y eventualmente trigo o sorgo. Estos alimentos aportan almidones de los cuales se absorbe glucosa al ser digeridos en el intestino delgado. Como el caballo no tiene naturalmente una alta capacidad de digerir los almidones, el exceso de granos puede provocar una sobrecarga en el ciego y colon muy peligrosa que se expresa en cólicos, diarreas, acidosis y hasta infosura.
Existen diferencias en la cantidad de almidón digerida en el intestino delgado (digestibilidad ileal ) de los diversos granos lo que los hace más o menos peligrosos.
Los aceites son otro excelente suplemento energético, si se usan correctamente.
Son los alimentos con mayor concentración de energía, a modo de ejemplo podemos señalar que 300cc de aceite pueden reemplazar 1 Kg de grano de avena.
Otros suplementos energéticos que se pueden usar en los caballos, son los afrechillos de trigo y de arroz, las glumas de maíz y las cascarillas de soja.
Suplementos proteicos: Estos suplementos se utilizan para corregir las deficiencias de aminoácidos cuando se consumen pasturas graminosas o campo natural en potrillos en
crecimiento y yeguas en lactancia principalmente. En algunos caballos viejos y flacos también está indicado suministrar estos suplementos.
En caballos en entrenamiento, especialmente los potrillos durante los primeros 4 a 6 meses en training aumentan las mayores demandas de aminoácidos para desarrollar su musculatura resultando de utilidad éstos suplementos. El poroto de soja desactivado, las harinas y expellers de soja, girasol y lino son fuentes de proteínas bien aceptadas por los caballos.
Suplementos minerales: Este tipo de suplementos son muy abundantes en el mercado, los más utilizados son los que aportan Calcio o Calcio y Fósforo. Para su decidir su uso y dosis debe considerarse la dieta base y la composición del producto, ya que varían considerablemente en cuanto a cantidades y tipos de minerales, que aportan.
Por ejemplo, si los animales pastorean una pradera de gramíneas ( ray grass, cebadilla, verdeos de avena etc.) se suplementarán con una sal mineral con una relación Calcio/Fósforo : 2 a 3/1 debido a la menor cantidad de calcio en estas pasturas, mientras que en el caso de estar sobre alfalfa, la relación Calcio/Fósforo : 1/1 es la indicada ya que es un forraje que contiene naturalmente poco fósforo.
Menos conocidos y difundidos, pero no de menor importancia, son los suplementos de microminerales (Cobre, Zinc, Manganeso, Selenio, etc) que pueden ser adicionados a las mezclas de calcio o calcio fosfóricas o bien suministrarlos junto con sal común a libre consumo.
La sal común debe ser ofertada de manera permanente en todas las categorías de caballos ya que sus dietas aportan muy poco sodio. En los caballos en entrenamiento, yeguas lactantes y en especial en épocas calurosas se deberá reforzar el suministro de sal.
Suplementos vitamínicos: Las vitaminas son nutrientes costosos y deben ser usados criteriosamente. El mercado ofrece infinidad de suplementos de
este tipo, solos o combinados con minerales. En muchos casos la decisión de su uso es el precio más conveniente, pero debería ser la concentración vitamínica la que determine su elección. La suplementación vitamínica se recomienda en animales estabulados o que no consuman pasturas frescas y en aquellos convalecientes de
enfermedades.
Los caballos que se encuentren a campo con adecuada cantidad de pastos verdes no requieren vitaminas extras.
La causa más frecuente de la falta de apetito son las “puntas de muela” debido al desgaste desparejo de las piezas dentales que producen lesiones en carrillos y lengua, lo que dificulta la masticación y provoca dolor al ingerir los alimentos. La revisación periódica de la dentadura ( cada 6 a 8 meses ) previene este inconveniente.
La inapetencia es bastante común en caballos en entrenamiento y especialmente en yeguas de performance elevada cuando llegan al pleno entrenamiento.
La disminución del apetito puede ser también el preludio de alguna afección y debe tenerse muy presente como un síntoma precoz de diversas enfermedades.
Los dolores musculares, el stress, la úlceras gástricas y el sobreentrenamiento son causas bastante comunes de la inapetencia en animales en training.
Cuando la falta de apetito perdura más de dos días es conveniente consultar a un veterinario.
En los caballos que realizan ejercicios se elevan los requerimientos de todos los nutrientes, pero los de energía y electrolitos ( Sodio, Potasio, Magnesio y Cloro) son los más afectados. Los primeros debido al aumento de la actividad muscular y los segundos por las mayores pérdidas sudorales.
La energía, cuando el músculo está en reposo o con baja actividad (caminar), se almacena en forma de glucógeno, que es un polímero constituido por un gran número de moléculas de glucosa. Cuando la actividad muscular aumenta, el glucógeno se despolimeriza y ofrece su glucosa a la célula muscular para obtener la energía (ATP) necesaria para el esfuerzo físico. Esto produce una disminución de la cantidad de glucógeno muscular que debe ser repuesto entre ejercicios.
El caballo tarda 72 hs. en reponer sus reservas de glucógeno, este tiempo puede acortarse si se suministra la ración de granos dentro de la hora de finalizado el esfuerzo, esto es importante en actividades continuas como la prueba completa o marchas.
Los ejercicios se pueden caracterizar en aquellos de fuerza, velocidad o resistencia. El denominador común para todos ellos es el combustible que utilizan los músculos,denominado ATP.
La diferencia radica en la cantidad de ATP por unidad de tiempo que requieren los músculos, el más demandante es el ejercicio de fuerza denominado anaeróbico aláctico (salto de gatera, salto de vallas), luego el de velocidad llamado anaeróbico (carreras de velocidad , galope, polo de alto hándicap) y por último el de resistencia y de baja velocidad denominado aeróbico (enduro, marchas, paseos).
El ATP se obtiene de la oxidación de la glucosa y grasas; la primera produce ATP rápidamente y en un tiempo limitado lo que la constituye en el combustible de los ejercicios de velocidad, mientras que las grasas (ácidos grasos) producen gran cantidad de ATP pero de manera más lenta y es el combustible utilizado en los ejercicios de resistencia.
En general en todas las disciplinas se presentan los tres tipos de ejercicio, el porcentaje empleado en cada uno de ellos caracterizará al mismo.
Asimismo, el tipo de entrenamiento y la alimentación favorecen las vías metabólicas para el uso de los diferentes combustibles.
En los caballos, el hueso se forma (mineraliza) durante los primeros dos años de vida, si no ocurre esto debido a deficiencias nutricionales o por mal manejo en este período, el hueso permanecerá débil y más propenso a lesiones en el período deportivo. Lo que no se logra en la etapa de crianza no se recuperará en el futuro.
Para asegurar una buena formación del hueso debe garantizarse una adecuada alimentación y una cantidad e intensidad mínima de ejercicio diarios.
Con respecto a la alimentación los principales aspectos a cuidar son:
a) Una correcta alimentación de la madre
b) Contar con una adecuada cantidad y calidad de pastura
c) Suplementar con una fuente de proteína de alta digestibilidad y valor biológico ya que el hueso se mineraliza sobre una matriz proteica.
d) Suplementación mineral acorde a la dieta base, vigilando los aportes de Calcio, Fósforo, Magnesio y de microminerales.
e) Evitar el exceso de granos y evitar reemplazar la falta de pasto con este insumo.
f) Racionar los potrillos individualmente
g) Mantener una curva de crecimiento constante, evitando variaciones en la ganancia de peso (curva en serrucho)
El grano de avena es el concentrado más utilizado en la alimentación de los caballos en nuestro país.
La fama que tiene la avena se la ha ganado por diferentes motivos; es el grano más aceptado y mejor consumido por los caballos, no requiere ser procesado ( salvo en potrillos antes del destete y gerontes) y su almidón presenta una elevada digestibilidad en el intestino delgado lo cual la convierte en un grano que es bien tolerado y produce pocos disturbios digestivos, facilitando su manejo.
Como desventajas presenta una calidad muy variable, además de su baja concentración de energía cuando la comparamos con los otros granos más utilizados en la práctica (maíz y cebada).
Como vemos, son mayores las ventajas que los inconvenientes, esto ha colocado a la avena como el principal ingrediente para alimentar los caballos ya que constituye entre 70 al 100% de las raciones de concentrados utilizadas en nuestro medio.
La composición de los fardos es consecuencia de las especies vegetales utilizadas, del estado vegetativo al momento de la cosecha y de la técnica utilizada en el enfardado.
Interesa prestar atención a la calidad del fardo que incluye el % de hojas, la ausencia de malezas, el color y el aroma y la ausencia de humedad y presencia de hongos.
Los fardos de alfalfa son los más digestibles, ricos en proteínas de buena calidad, en calcio y potasio; su uso en las dietas de los caballos PSC en training garantiza el aporte de estos nutrientes que son deficientes en los granos.
Los fardos de pradera tien,e una calidad más variable que los de alfalfa debido a la diferente composición de las praderas; los niveles y calidad de sus proteínas son inferiores a los de alfalfa, también aportan más fósforo y menos calcio y potasio.
La disponibilidad en el mercado es alta para los fardos de alfalfa, siendo más dificultoso conseguir los de pradera y en muchas ocasiones éstos son de mala calidad.
La siguiente tabla resume las composiciones de muestras de fardos utilizados en nuestro medio hípico.
FARDO | ENERGIA Mcal/Kg ED |
PROTEINA % |
CALCIO % |
FOSFORO % |
ALFALFA | 1,8 a 2,3 | 14,5 a 20 | 0,9 a 1,3 | 0,2 a 0,35 |
PRADERA | 1,6 a 2,1 | 9 a 18,5 | 0,3 a 0,8 | 0,2 a 0,4 |
La alfalfa se ha ganado merecidamente el apodo de “Reina de las forrajeras” debido a la calidad de sus nutrientes y a su alta digestibilidad.
Algunos haras de nuestro país que debieron recurrir a las praderas de alfalfa como base forrajera de las dietas de los potrillos de destete, observaron problemas óseos y articulares en mayor medida que en aquellos que se recriaban en praderas consociadas.
Estas alteraciones se atribuyeron al exceso de calcio y proteínas que tiene la alfalfa pero ninguno de los dos nutrientes fue el culpable de los problemas ortopédicos de los potrillos, no se trataba de un exceso, todo lo contrario, era una deficiencia de Fósforo propia de las leguminosas como la alfalfa.
Un suplemento rico en fósforo (ver pregunta 2) corrige este problema, reduciendo la incidencia de enfermedades ortopédicas en esta etapa y permite utilizar la alfalfa como base forrajera cuando ésta es el único recurso posible obligado por factores de suelo y clima.
El pelleteado o pelletización de los alimentos es un proceso industrial que mejora la presentación de los alimentos; la composición de dichos pellets dependerá del fabricante y la intención de uso que éste le haya dado al alimento comercial.
El alimento pelleteado pionero en la alimentación de los caballos en nuestro país lo desarrolló la firma Purina, esto generó el apelativo de “purina” a todo alimento presentado en forma de pellets; también se los denomina balanceados cuando en realidad son suplementos concentrados.
Se pueden clasificar a estos alimentos en :
a) Suplementos energéticos ricos en almidones que reemplazan parcial o totalmente la ración de granos, son mezclas de granos y subproductos que pueden estar adicionados de minerales y/o vitaminas.
b) Suplementos energéticos adicionados con grasa que elevan la concentración de energía permitiendo racionar con menor volumen.
c) Suplementos proteico-minerales y vitamínicos que corrigen las deficiencias de las dietas básicas de los caballos (forrajes y granos)
d) Alimentos completos con mayor contenido de fibra que se consumen en altas cantidades y se complementan con escaso forraje. Se desarrollaron en Francia para caballos estabulados pero no han sido incorporados en nuestro medio.
Es importante leer las etiquetas del alimento donde se detalla la fórmula (composición centesimal), los ingredientes utilizados y las dosificaciones para un adecuado uso del mismo. El asesoramiento profesional es de suma importancia para seleccionar un alimento comercial en cada situación particular en función del forraje consumido, categoría a alimentar, manejo y condiciones ambientales
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